La región de América Latina y el Caribe ha reducido el hambre y la inseguridad alimentaria durante dos años consecutivos, colocándose por primera vez en la última década por debajo del promedio mundial.
A pesar de ello, se registran desigualdades significativas que afectan especialmente a mujeres, poblaciones rurales y grupos vulnerables.
En este contexto, se estima que la región no alcanzará la mayorÃa de los objetivos de nutrición, mientras que las dietas saludables siguen siendo las más caras en comparación con otras regiones.
Además, la variabilidad del clima y los fenómenos climáticos adversos extremos, que han aumentado su frecuencia en los últimos años, afectan a la seguridad alimentaria en términos de disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad y reducen la productividad agrÃcola, interrumpen las cadenas de suministro y aumentan los precios de los alimentos.
La crisis climática como principal reto
El Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición 2024, publicado por cinco agencias de Naciones Unidas, plantea precisamente la crisis climática como uno de los principales desafÃos para lograr la erradicación del hambre y la malnutrición en la región.
De acuerdo con el informe, publicado el mes pasado, 20 paÃses de la región están altamente expuestos a sufrir eventos extremos y 14 están en una situación de vulnerabilidad para enfrentarlos.
Fuente: RT
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