Héctor Acosta “El Torito” vivió el sábado en Higüey uno de los momentos más felices y conmovedores de su vida tras superar el cáncer. El cantante se persignó, lloró, reverenció y dio testimonio de la grandeza de Dios durante su primer concierto de agradecimiento.
La lluvia se asomó una hora antes de iniciarse el concierto en el estadio de béisbol de la ciudad de Higüey, municipio cabecera de la provincia La Altagracia.
Sin embargo, fue otra prueba de fe y confianza que superó, al poder presentar el show y entregar 20 temas de su amplio repertorio y estrenar su nueva propuesta: “Se puede”, en medio de la algarabía de un público que no solo le demostró fidelidad, sino que quería ser testigo de la reacción del popular artista, tras su convalescencia.
“Gracias mi Dios por darme una nueva oportunidad. Gracias por permitirme estar aquí. Gracias por hacerme sentir que eres grande, bondadoso y misericordioso. Gracias por hacerme sentir que tengo un país que me quiere”, expresó ante la multitud.
A seguidas agregó: “Gracias a mi familia, que nunca me dejó solo. Gracias a los medios de comunicación y como dice la canción que acabo de interpretar: después de la tormenta viene la calma”.
La presentación de la noche estuvo salpicada de momentos de mucha emoción, como el mensaje enviado por la alcaldesa Karina Aristy, quien, a pesar de estar en convalecencia debido a una intervención reciente, dijo presente con una dedicatoria y resolución entregada por el vicealcalde Pablo Ávila.
La emoción del artista quedó reflejada en los hermosos diseños y colorido de las chaquetas que lució en sus salidas al escenario.
En el repertorio elegido figuraron los temas “Menos que nada”, “Enamorado”, “Melina”, “Loca conmigo”, “A pasito lento”, “La nena del jeans” y “La quiero ver”, que marcaron una especie de primer set del concierto.
La algarabía en la segunda parte, con nuevo vestuario, se mantuvo en base a los merengues y bachatas “Paz en la tormenta”, el estreno del nuevo corte “Se puede”, así como “Las espinas”, “Con qué ojos”, “Si tú estuvieras”, “Perdóname la vida”, “Cómo te olvido”, “El anillo”, “Amorcito enfermito”, “Quizás sí, quizás no”, “Parrandero” y “El mujerón”.
El show incluyó una batería de fuegos artificiales que impregnaron la ciudad del ambiente que se vivía en el estadio.
El diputado Onavel Aristy, los regidores del cabildo, los periodistas Joseph Cáceres y José Fabián y delegaciones de comunicadores de Santiago, San Pedro de Macorís y de La Romana, encabezado por Agustín Santana y el empresario artístico José Aníbal Durán, estuvieron en el VIP del espectáculo.
Alberto Cruz (Pirincho), productor del evento salió más que airoso y satisfecho del primero de cinco conciertos.
El tema del cierre, “Sin merengue no hay fiesta” puso a vibrar a los presentes y a bailar a la mayoría de los presentes en el evento animado por María María y Cecilio Record.
HIJO DISTINGUIDO
En el concierto de acción de gracias a Dios y la Virgen de la Altagracia, por la vida y salud del artista, el Concejo de Regidores del Ayuntamiento de Higüey le entregó una resolución municipal, leída por el vicealcalde Pablo Ávila en representación de la Alcaldesa Karina Aristy y una comisión del Concejo de Regidores que lo declaró: “Hijo adoptivo de Higüey”.
En la resolución se resaltaron las cualidades que le adornan como “una reserva de la buena música dominicana”.
La entrega se le hizo, junto a los diputados; Onavel Aristy, Jorge Tavárez, el ex=senador Virgilio Cedano, quienes le entregaron una réplica del cuadro de la imagen milagrosa de la Virgen De La Altagracia, como amuleto de su devoción y el milagro de retornarle su salud.
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